Ha pasado volando, pero el año transcurrido desde el impacto de la dana del 29 de octubre de 2024 sigue en nuestro recuerdo. El horror de lo sucedido, y el sufrimiento de quienes lo padecieron está todavía presente, y alcanza transversalmente a todas las capas de nuestra sociedad.
Si nos ceñimos, como solemos hacer, al sector del comercio, los días posteriores a la catástrofe estuvieron repletos de testimonios del desastre, y muestras de solidaridad con los afectados. Nuestra hemeroteca es buen reflejo de ello, solo tienes que visitar los contenidos categorizados como “dana” para comprobarlo.
Ahora, doce meses después, hemos querido retomar el contacto con algunos de aquellos miembros de la comunidad que lo sufrieron de primera mano, y saber qué tal les va. Gracias a todos los que han participado en este reportaje, y nuestro recuerdo a las 229 víctimas mortales, a todos los que resultaron heridos y a sus familias y allegados.
“Ese día perdimos absolutamente todo, las dos tiendas y nuestra casa, ya que vivíamos en un bajo. Cuando fuimos a la mañana siguiente a nuestra casa fue increíble, y al ver la tienda directamente demoledor”. Así recuerda lo sucedido Leonardo Miretti, propietario de Passarella Pop, un negocio que combina presencia offline con un cuidado eCommerce que, entre otros, está especializado en Funkos, y que sufrió de primera mano la dana.
La recuperación fue muy lenta y hasta el 1 de febrero no retomaron la actividad online, abriendo su tienda física al público el día 2 de junio. Ahora, con un nuevo almacén recién estrenado, Pasarella Pop mira con esperanza el futuro, pero con el recuerdo muy presente de lo sucedido hace un año.
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Pero Leonardo no fue el único en sufrir a semejantes niveles las riadas. María Dolores Asencio Guarch, propietaria de la marca de moda Lolaguarch.es, añadió a la pérdida material el terrible susto de estar a punto de sufrir una pérdida personal irreparable: “Me encontraba de viaje, y me avisó mi hija. Ella estaba dentro del local con nuestra perra y dos trabajadoras. No podían salir. Consiguieron salir gracias a que un chico les ayudó a abrir la puerta cuando el agua les llegaba por el pecho”.
A nivel material, el paso de la dana supuso casi 100.000 euros en pérdidas: un local con taller y una tienda de moda y complementos de 160 metros cuadrados en Catarroja, sumergidos bajo casi dos metros de agua y lodo. Al igual que sucedió con Pasarella Pop, la recuperación fue lenta: “Tardamos cuatro meses en volver a abrir la tienda. A día de hoy, seguimos recuperándonos”, nos explica.
Uno de los grandes eCommerce más afectados fue la firma valenciana de joyería Singularu. La empresa tardó días en retomar sus operaciones tras la devastadora riada que arrasó su almacén y oficinas en Picanya. Afortunadamente, en el momento del suceso, no había empleados en las instalaciones, por lo que no se registraron daños personales.
Cristina Aristoy, CEO de la empresa, revive ahora aquellos momentos: “Fueron días muy duros, de incertidumbre y de mucho miedo al principio. Pero lo más importante fue comprobar que todo el equipo estaba bien. Después de eso, recuerdo la fuerza con la que todos reaccionamos. Ver al equipo sacando barro, ayudándose unos a otros, sin rendirse… fue una imagen que no se me borrará nunca”.
Tras ese impacto inicial, la marca consiguió reorganizar sus recursos y formar equipos de trabajo para organizarse en unas nuevas instalaciones ubicadas en una población que no se vio afectada por la riada: “Fue un golpe, perdimos todo nuestro almacén. Tuvimos que reorganizar recursos, priorizar tareas y retrasar algunos lanzamientos. Pero logramos recuperarnos con rapidez gracias al compromiso del equipo y al apoyo de nuestros proveedores y clientas”, explica Cristina.
Equipo de Singularu, tras el impacto de la dana
“Las primeras semanas fueron intensas, de mucho trabajo físico y emocional. Había que limpiar, reparar, reorganizar y, al mismo tiempo, seguir atendiendo pedidos y cuidando la comunicación con nuestras clientas. En unas pocas semanas conseguimos volver a una cierta normalidad operativa. Emocionalmente tardamos un poco más, pero, a pesar de todo, nos unimos más que nunca y reforzamos nuestra forma de entender el trabajo en equipo”, concluye.
Uno de los casos más llamativos que conocimos durante aquellos días fue el de Totenart, una pequeña empresa fundada a finales de los 90 por César Villarreal y su esposa para cubrir la escasez de materiales específicos de bellas artes en Valencia, y que fue pionera en eCommerce en el año 2000. La empresa se diversificó y, en pleno crecimiento, sufrió un golpe devastador por la dana, que inundó completamente su almacén en Aldaya, causando pérdidas estimadas en 160.000 euros.
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César nos explicó este caso en el pasado NEXT Conversion Madrid: cómo reorganizó al equipo para salvar el negocio, comunicando con transparencia a clientes y proveedores y consiguió recaudar unos 13.000 euros mediante crowdfunding y vendió material dañado utilizable para obtener liquidez. Buscando esa liquidez y financiación se encargó de negociar con proveedores, gestionar el stock afectado vendiéndolo con descuentos y cupones para material nuevo, y agradecer a los clientes su apoyo con regalos y notas explicativas.
La tercera fase fue la de la recuperación y consolidación: se iniciaron la rehabilitación del local y el seguimiento de ayudas, recibiendo la primera donación de Juan Roig y apoyo de colaboradores tecnológicos. La pérdida de información contable impulsó el objetivo de digitalizar el 100% de la documentación, reorganizando y ajustando todos los procesos del almacén.
A pesar de los obstáculos con el seguro y la lentitud de las ayudas institucionales, a día de hoy Totenart ha restablecido su operativa.
Uno de los primeros directivos con los que pudimos hablar poco después de la catástrofe fue Álvaro Llorens, Director de Ecommerce de la valenciana Atmósfera Sport, que no sufrió directamente el embate de la dana, pero que se volcó en dar cobertura a nivel humano a todos sus equipos, tanto de la operativa online como de las tiendas. Ahora, Álvaro recuerda así aquellos momentos, que impactaron en su cadena de suministro:
“La dana supuso un cambio radical y estructural en la manera de entender las prioridades. La debacle fue de tal magnitud, que nos recordó la importancia de lo que realmente es importante y valioso. La importancia de que las empresas las forman las personas y la calidad humana de cada una de ellas. No se tienen resultados económicos, son resultados humanos.
Actualmente, Álvaro se muestra orgulloso de las decisiones que tomaron tras la dana:
“Fueron días intensos donde la solidaridad, el compromiso por las personas y, sobre todo, la necesidad de poder ayudar a compañeros, familiares que habían perdido vidas, fue el único foco de la empresa. Durante esos días y la semana posterior, estuvimos únicamente centrados en ayudar a las personas, familiares y actores de la agrupación (tiendas) en dar todo el apoyo humano y todo el apoyo material necesario”.
¿Qué suponen 5 días de facturación frente a toda la ayuda humana que se facilitó? Pausamos la actividad de la empresa durante unos días con todas las acciones paralelas que ello suponía. (comunicación a tiendas, clientes, pausar campañas, notificaciones a clientes…).
Fuimos muy reactivos y proactivos a la hora de reanudar la actividad. Queríamos dar una “cierta” normalidad a las personas y tampoco alargar una situación agónica. Esto también nos lo pedían las propias personas afectadas, dado que era una manera de dar esperanza a la situación. Hicimos una vuelta tranquila, sin presiones y haciendo activaciones muy poco a poco. No queríamos comprometernos a una presión innecesaria y sobre todo ,que para las personas que se iban incorporando, fuera más un escape de salida más que una obligación”.
Más allá de esos primeros momentos, Atmósfera Sport ha decidido revisar a fondo su estructura y establecer mecanismos para una contingencia como aquella:
“A nivel organizativo, tenemos la empresa preparada para poder teletrabajar. Los equipos de atención al cliente, con toda la gestión de envíos e incidencias de pedidos y el resto de las áreas (administración , comercial, marketing, almacén, dirección…) facilitando el apoyo y las ayudas necesarias para familiares”.
Como recordarás, también los eCommerce que salieron indemnes de la dana se movilizaron para apoyar solidariamente a los afectados. Un caso llamativo fue del Plykit, especializada en muebles a medida para el hogar y las campers y con una fábrica situada entre Silla y Alcácer, en la zona cero afectada por la dana. Por suerte, los daños no fueron demasiados, pero aun se vieron obligados a pausar su actividad. Al poco de suceder la catástrofe, publicaron un vídeo en su perfil de Instagram en el que ofrecían su ayuda a los negocios y familias que necesitaran muebles, ya que debido al agua muchos han quedado completamente inservibles.
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Otro de los casos fue el de María Carvajal, fundadora de la marca de joyería Nöltring, que lanzó una pulsera solidaria, con el 100% de los beneficios destinados directamente a las zonas afectadas.
María recuerda así aquellos días: “Al ser yo sola la que trabaja y realiza todas las funciones, fue relativamente sencillo organizarme. De hecho como tal, no me afectó directamente porque me encuentro en Valencia capital, y aquí no llegó el agua… pero sí es cierto que a la hora de realizar envíos se ralentizó todo mucho lógicamente, acercarme para comprar o pedir a los proveedores envíos de algún material también resultó imposible por el estado de las calles… bueno, no había calles ni carreteras… incluso hubo unos días que parecía la actividad y me acerqué a ayudar a las diferentes poblaciones”.
Hemos pedido a los participantes en el reportaje que analizasen algunas de las principales derivadas de la catástrofe, incluida la evolución de la facturación un año después, que en la mayoría de los casos se mantiene en niveles similares a los de entonces.
Por lo demás, tres de los participantes calificaron de “insuficiente” el apoyo gubernamental recibido tras la dana, mientras que casi todos valoran como “excelente” o “adecuado” el apoyo que llegó de manos de la ciudadanía y otras empresas, una valoración muy similar a la de la ayuda recibida por parte de las ONG que trabajaron en la zona.
Sobre las lecciones aprendidas y que han ido aplicando a sus negocios destaca la importancia de la preparación ante emergencias, así como la diversificación de riesgos en la cadena de suministro, uno de los elementos más afectados ante el corte de carreteras y autovías afectadas por las inundaciones. De hecho, todas las participantes valoran con la máxima puntuación la resiliencia de su empresa para afrontar eventos similares en el futuro.
En cualquier caso, en este punto Álvaro refuerza la idea que nos mencionaba en sus respuestas: “La principal lección ha sido la humana. En una situación como la vivida, que es inimaginable si no la ves, te das cuenta que las personas están preparadas para salir de cualquier adversidad”.
Imagen: Depositphotos
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