¿Dices que tú también tienes un proyecto (maravilloso) en mente, pero no sabes cómo darlo a conocer? ¿Cómo echarlo a andar? Es cierto que, hasta hace poco tiempo, si alguien como tú o como yo quería sacar un proyecto adelante, solamente contaba con una serie de opciones de financiación bastante genéricas, como podían ser los prestamos bancarios o una pequeña (o larga) charla en el salón de tu casa para que tus padres apoyasen -y subvencionasen- la causa.
Pero, a día de hoy, existen otras opciones que, por una vez, dejarán tranquilos a tus padres. Estas opciones son las plataformas de crowdfunding o financiación colectiva. ¿Sabes de lo que estoy hablando? ¿Sabes bien qué es el crowdfunding? No te preocupes, ¡te lo explico ahora mismo!
El crowdfunding (o micromecenazgo) es un sistema cooperativo que permite conseguir financiación para un determinado proyecto o causa social, habitualmente a cambio de una recompensa.
Y estarás pensando… ¿a cambio de qué tipo de recompensa? Pues bien, habitualmente (o al menos en los casos más populares) es no monetaria, pero no necesariamente.
Por ejemplo, encontraríamos las recompensas, las participaciones, los intereses sobre el préstamo, etc, en función del tipo de financiación, pero también la posibilidad de incorporación en la empresa, los agradecimientos personalizados en la web o, simplemente, la venta del producto a un precio menor, como ejemplos de recompensas no monetarias.
Cualquier tipo es bien aceptado. De eso se trata el crowdfunding. En resumidas cuentas, podríamos decir que se trata de la alternativa a la banca tradicional.
Y, es que, querido amigo, hay cientos y cientos de mentes creativas sueltas por el mundo y, en ocasiones, son mentes extremadamente jóvenes, vitales y frescas. Y, tal vez, eso tan bueno que tiene la juventud en ese sentido, puede no tenerlo a la hora de recurrir a la banca tradicional para solicitar préstamos. Por eso esta alternativa puede ser la rueda que haga mover, de una vez y por todas, ese proyecto que tienes entre manos.
Bien, una vez dicho esto, seguramente te parezcan -como a mi- sumamente interesantes este tipo de iniciativas. Y es que no es para menos. Una idea brillante, unas buenas dotes de comunicación, y ¡voilà! Eso sí, seguramente te estés preguntando a quién se le ocurrió esta idea, así que me gustaría hablar de los orígenes del crowdfunding.
Los primeros pasos de esta técnica se dieron hace muchos años, con los primeros proyectos de Open Source, donde muchos desarrolladores ofrecían sus proyectos, trabajos o ideas de forma desinteresada a otras personas u organizaciones.
Pero, con el tiempo, estos empezaron a darse cuenta de que -obviamente- su trabajo no era nada sencillo, y, por tanto, no era justo entregarlo de forma desinteresada, por lo que empezaron a pedir donaciones por cada proyecto que desarrollaban. Y, para su sorpresa, esto tuvo una gran acogida dentro del mercado. En ese momento es cuando el crowdfunding empieza a dar sus primeros pasos, como esa interacción entre creadores y demandantes de proyectos.
Existen múltiples plataformas de crowdfunding que pueden ayudar a tu proyecto a desarrollarse, pero, independientemente de la que elijas, este suele ser el funcionamiento habitual:
¡Y así de fácil!
Aunque… También deberás tener en cuenta otro factor que considero necesario de explicar. Muchas veces, el creador necesita -sí o sí- llegar al 100% del importe que ha solicitado para emprender su negocio. Entonces, ¿qué sucederá si no lo alcanza? Bien, ante esta ocasión, el creador tiene dos modelos a los que puede optar:
Simplemente, los “mecenas” (que así es cómo se le denomina a aquellos que realizan las aportaciones), reciben una recompensa directamente relacionada con el proyecto, que van desde la entrega de productos o servicios, hasta la experiencias que puedan vivir dentro de la marca. ¿La gran referencia en este campo? Kickstarter
En esta ocasión, y como su propio nombre indica, no existe contraprestación alguna, ya que la financiación que cede la comunidad es totalmente desinteresada y en forma de donación. Este tipo de crowdfunding, por lo general, engloba todos los proyectos de tipo solidario o humanitario.
Por último, nos encontramos con el equity crowdfunding, en donde la comunidad que realiza la financiación se ve recompensada a través de acciones, participaciones o beneficios de la empresa como contraprestación al dinero aportado. El objetivo de esta metodología radica en reducir al máximo posible el riesgo del inversor gracias a la participación de muchos pequeños inversores, variando las fórmulas tradicionales. Indiegogo o Crowdcube destacan en este campo
En este tipo de crowdfunding, del que te hablamos en su momento, la persona que recibe la financiación debe devolver el dinero recibido más un tipo de interés determinado tras finalizar un periodo de tiempo. Es decir, mediante el crowdlending, una serie de pequeños inversores deciden convertirse en algo así como pequeños banqueros, y aportar recursos a una empresa en concreto, que se compromete a devolver esa aportación (más unos intereses conocidos de antemano) en un plazo determinado de tiempo. Toda la operación se realiza a través de una de las plataformas de crowdlending existentes, sin que exista una entidad financiera de por medio
La ventaja que presenta este modelo frente a la banca tradicional (que dirás que se parecen mucho) es que cada prestamista puede determinar el tipo de interés al que se devolverá el dinero. Y, obviamente, es muchísimo más económico que el de la banca tradicional. Por sus características, diferentes al de las otras opciones comentadas, suele hablarse del crowdlending como una modalidad de aportación colectiva al margen del crowdfunding. En España hay varias plataformas que han buscado ofrecer soporte a este tipo de operaciones, como MytripleA, Arboribus o Zencap.
Espero que, con este artículo, te haya quedado muchísimo más claro qué es el crowdfunding, y que -por supuesto- si tenías guardado en el cajón de los olvidados ese gran proyecto por falta de financiación, le empieces a quitar el polvo y a hacerlo rodar. El crowdfunding, además, te puede ayudar no solamente a recaudar dinero, sino también a poder escuchar la opinión de expertos cofinanciadores. Por tanto, ¡no esperes ni un minuto más!
Imágenes: DepositPhotos y ShutterStock
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