La privacidad de los datos se ha convertido en uno de los mayores desafíos para las empresas que operan en entornos digitales. En su nueva guía, Usercentrics desglosa las políticas de privacidad de las principales plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, Stripe y ChatGPT. El objetivo es ayudar a las compañías a comprender qué información se recopila, cómo se utiliza y qué obligaciones legales deben cumplir en cada caso.
Esta guía, liderada por Celestine Bahr, directora legal de Usercentrics, pone el foco en la importancia de alinear las prácticas empresariales con los marcos regulatorios globales como el GDPR en Europa, la CCPA en California o la LGPD en Brasil, además de nuevas normativas como la Digital Markets Act (DMA).
En el caso de Facebook, el guía detalla que el uso de esta plataforma implica compartir datos personales de la audiencia con Meta. Esto ocurre especialmente cuando las empresas utilizan herramientas como el Facebook Pixel o la Conversions API, que envían información sobre navegación, compras o interacciones desde sitios web y apps hacia los servidores de Meta.
Según Usercentrics, la política de privacidad de Facebook afecta de forma directa a las obligaciones de cualquier negocio bajo las leyes de protección de datos. La guía destaca que Facebook recopila múltiples tipos de información: desde datos que aportan los propios usuarios (como correos electrónicos o direcciones de entrega), hasta su actividad dentro de la plataforma (clics, likes o interacciones) y datos técnicos de sus dispositivos, como ubicación, IP o nivel de batería.
El uso de cookies y tecnologías de seguimiento por parte de Meta también merece especial atención. Estas herramientas permiten recopilar datos incluso de personas que no tienen cuenta en Facebook, lo que genera la necesidad de gestionar correctamente el consentimiento de los usuarios en regiones con normativas estrictas.
La guía recuerda que, además de la personalización publicitaria, Meta utiliza la información para mejorar productos, garantizar seguridad y ofrecer analíticas avanzadas a los negocios. Sin embargo, también comparte datos con terceros como anunciantes, proveedores de servicios o investigadores académicos, lo que exige transparencia total en la política de privacidad de cada empresa.
Uno de los puntos clave del análisis de Usercentrics es que la complejidad regulatoria varía según la región. En la Unión Europea, por ejemplo, la DMA obliga a Meta a solicitar consentimiento expreso antes de combinar datos de diferentes plataformas. En Estados Unidos, en cambio, muchos estados aplican un modelo de opt-out, donde el usuario tiene derecho a excluirse, y las empresas deben ofrecer mecanismos como el botón “Do Not Sell Or Share My Personal Information”.
También señala la importancia de aplicar principios como la minimización de datos (recoger solo la información necesaria) y la limitación de la finalidad (usar los datos únicamente para el propósito comunicado al usuario).
Además, recuerda que las compañías son responsables de la seguridad de los datos en todo su ciclo de vida, incluso después de haberlos compartido con Meta o con otras plataformas. Por tanto, implementar medidas técnicas y organizativas adecuadas es un requisito legal ineludible.
Un aspecto especialmente sensible es el tratamiento de datos de menores de edad. Meta limita la segmentación publicitaria para usuarios menores de 18 años y obliga a cumplir normativas específicas como la COPPA en EE. UU. o los requisitos de consentimiento parental en la UE.
La guía de Usercentrics no se limita a Meta. También analiza las políticas de Instagram y TikTok, plataformas donde la recopilación de datos sobre comportamiento y dispositivos plantea desafíos similares.
En el caso de Stripe, se enfatiza la necesidad de cumplir con normativas financieras y de pagos, ya que la plataforma procesa información especialmente sensible como datos bancarios y de tarjetas.
Finalmente, dedica un apartado a ChatGPT y los servicios de OpenAI, resaltando que las empresas que integran este tipo de soluciones deben explicar de forma clara cómo se procesan y almacenan los datos compartidos en estas interacciones.
El mensaje de fondo de la guía es claro: la privacidad no es solo una obligación legal, sino también un factor de confianza y reputación. Según datos citados en la guía, el 71% de los consumidores es cada vez más protector con su información personal, por lo que cualquier práctica opaca puede generar desconfianza y dañar la imagen de marca.
Por ello, Usercentrics recomienda que las empresas revisen y actualicen de forma periódica sus políticas de privacidad, ajusten sus banners de consentimiento y sean completamente transparentes con los usuarios respecto al uso de herramientas de terceros.
Si quieres profundizar en este tema y conocer al detalle las implicaciones de cada plataforma, te recomendamos leer la guía completa de Usercentrics. Una guía práctica y actualizada para que tu negocio esté preparado frente a los retos de la privacidad en la economía digital.
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