El modelo de las 5 fuerzas de Porter es una herramienta muy útil a incluir en tu plan de marketing que proporciona un marco de reflexión estratégica para verificar la viabilidad y rentabilidad de un sector o proyecto a largo plazo.
Y es que en un momento de crisis, cambios en el mercado, entrada de nuevos competidores o lanzamiento de nuevos proyectos, es imprescindible hacer un análisis de mercado y las herramientas que se pueden aplicar para los nuevos retos. Es por esto que en este post queremos contarte un poco más sobre las 5 fuerzas de Porter y cómo aplicarlas en tu negocio.
Empecemos por el principio. Las 5 fuerzas de Porter fueron creadas por el ingeniero y profesor de Harvard Business School Michael Porter, y expuestas en su primer libro “Estrategia Competitiva”.
Este es un modelo en el que se analiza el nivel de competencia dentro de un sector o industria para así lograr desarrollar una estrategia de negocio a partir de 5 fuerzas:
Las primeras dos corresponden a fuerzas de competencia vertical, mientras que las otras 3 son de competencia horizontal. Con esta herramienta de gestión, las empresas son capaces de analizar y medir sus recursos. A partir de estas fuerzas podrán establecer las condiciones óptimas para planificar estrategias ideales para potenciar sus oportunidades o fortalezas frente a las amenazas y debilidades.
Si bien este modelo fue desarrollado en el año 1979, aún tiene mucha relevancia y hoy en día, cada ejecutivo o marca puede llegar a adaptarlo a su situación y circunstancia específica.
Según la perspectiva de Porter, mientras más organizados estén los consumidores, más exigencias podrán imponer en cuanto a la relación de precios, calidad y servicio, lo que nos puede generar menor margen de ganancia. Además de esto, el cliente puede elegir otro servicio o producto de la competencia, una situación que se visibiliza aún más cuando hay varios proveedores potenciales.
Para esto, lo ideal sería aumentar la inversión en marketing, crear una oferta de valor diferenciadora de la competencia, mejorar los canales de venta, crear un producto de mayor calidad o reducir el precio del mismo.
En el otro extremo, los proveedores de los que dependemos pueden convertirse en una amenaza en caso de que estos tengan algún tipo de monopolio del mercado o la industria, nos enfrentemos a altos costes al cambiar de proveedor o si entran a competir directamente con nosotros.
Si no queremos depender de un solo proveedor, es necesario que aumentemos la cartera, construyamos alianzas a largo plazo y prepararemos nuestra propia materia prima.
Mientras más fácil sea para un competidor superar los obstáculos de industria (normativa aplicable, canales de distribución, costes, etc.) la amenaza a nuestra propia empresa será mayor, porque pueden ofrecer los mismos productos que nosotros y acaparar nuestra cuota del mercado.
Para preservar la cuota de mercado es importante lograr una diferenciación real del producto, hacer inversiones de capital para innovar y crear acceso a canales de distribución con los que el cliente puede llegar fácilmente al producto final.
Cuando en un mercado hay productos con tecnología más avanzada o con menor precio, que puedan sustituir los nuestros, nuestra rentabilidad puede verse afectada.
Para ir un paso adelante, es necesario prestar atención a las novedades del sector y la influencia que estas pueden tener en la organización.
Este ítem es el resultado de los cuatro anteriores y es el que nos brinda la información necesaria para establecer estrategias de posicionamiento en el mercado. La rivalidad entre los competidores puede aumentar si están bien posicionados o tienen costos fijos.
Y es que la competitividad de una empresa puede verse reducida mientras más empresas con productos o servicios similares haya en un mercado. En otras palabras, mientras más comensales hay, menos pastel le toca a cada uno.
Para entender mejor el ejercicio, veamos dos ejemplos de empresas reconocidas.
Foto: generada a través de GPT4
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