Sabíamos que el retorno de Donald Trump iba a traer consecuencias de impacto para todo el mundo y en todos los ámbitos. Ahora, y con la guerra arancelaria un poco más calmada, comenzamos a ver cómo afecta a algo de lo que te hablamos cada día: el comercio.
Y la palabra clave es “minimis”.
Tras años en los que la exención arancelaria conocida como de minimis facilitó millones de transacciones de bajo valor, la nueva orden ejecutiva de Donald Trump ha puesto fin a este sistema. A partir del 29 de agosto de 2025, cualquier paquete que entre a Estados Unidos, sin importar su valor o país de origen, estará sujeto a aranceles y procesos aduaneros mucho más estrictos.
Y claro, esto está generando un pequeño terremoto a nivel logístico.
Hasta ahora, Estados Unidos permitía la importación de envíos con un valor de hasta 800 dólares sin pagar aranceles. Esta medida no solo simplificaba trámites, sino que fue clave en el éxito de gigantes del eCommerce como Shein y Temu, que basaban su modelo en enviar millones de paquetes de bajo coste directamente desde Asia. También beneficiaba a cualquier eCommerce español que quisiera vender directamente a un cliente estadounidense productos dentro de ese umbral, como ropa, calzado o accesorios.
La Casa Blanca justifica esta medida en tres motivos: competencia desleal, la lucha contra las falsificaciones (según sus datos el 97 % de las incautadas en 2024 estaban vinculadas a la exención de minimis) y el contrabando de fentanilo y opioides (el 98 % de lo incautado entraba por esa vía).
Tal y como te explicamos en su momento, la orden ejecutiva de Trump de hace unas semanas eliminaba por completo esta exención, pasando a establecer dos métodos para calcular los nuevos aranceles:
En este contexto, hay unos actores que se ven claramente afectados por la decisión: los operadores postales, los encargados de hacer llegar los envíos desde cualquier parte del mundo a Estados Unidos. Así, la noticia ha obligado a los operadores europeos a tomar decisiones drásticas.
Hace unos días PostEurop, la asociación que agrupa a los servicios postales de Europa, advertía de que si no se definen pronto los procesos técnicos —cómo recaudar aranceles, qué datos transmitir y cómo interactuar con la aduana estadounidense—, muchos países podrían tener que suspender temporalmente los envíos a EE.UU.
En este marco, Correos ha anunciado que desde el 25 de agosto deja de admitir paquetes comerciales con destino a EE. UU. y Puerto Rico de valor igual o inferior a 800 dólares. Solo se mantienen los documentos, los libros y los regalos enviados entre particulares de hasta 100 dólares. Correos subraya que la suspensión es temporal y que se retomará el servicio cuando existan soluciones para adaptarse a la nueva normativa.
Pero como decíamos, esto ha afectado a la mayor parte de los operadores postales. Por ejemplo, un gigante como la alemana DHL Parcel comunicó que no aceptaría envíos de clientes de negocio hacia EE. UU. desde el 22 de agosto. Sin embargo, y aquí hay un matiz importante que explicaremos después, sí seguirá operando con DHL Express, su rama de courier comercial, ya que esta puede gestionar las declaraciones de aduana directamente ante las autoridades estadounidenses.
El mismo patrón se repite fuera de Europa. Japan Post, Singapore Post, Hongkong Post o New Zealand Post han suspendido los envíos postales de mercancías hacia Estados Unidos y recomiendan a sus clientes usar servicios express.
Vale, y ahora vamos a explicar esto de la diferencia entre servicios express y servicios postales, algo que te llamará la atención si no sueles tratar con el mundo de los envíos.
Estos operadores funcionan bajo la Convención Postal Universal, con procedimientos aduaneros simplificados y acuerdos con USPS (United States Postal Service, no confundir con UPS). Es justo este canal el que queda bloqueado con la nueva orden, ya que los envíos de bajo valor dejan de beneficiarse de esos procesos especiales.
No dependen del canal postal, sino que gestionan directamente las entradas aduaneras ante la Customs and Border Protection (CBP). Por eso pueden seguir operando, aunque todos los paquetes que transporten estarán sujetos a aranceles y deberán cumplir con la burocracia correspondiente.
Tal y como explica un gigante como DHL, “el proceso de despacho de aduanas postal es generalmente más simple y más rentable. La base para el despacho de aduanas postal es la Convención Postal Universal. (…) El despacho de aduanas comercial, como el ofrecido por DHL Express, sigue estando disponible para los clientes. (…) Este tipo de despacho de aduanas afecta principalmente al tráfico de mercancías comerciales y a menudo es llevado a cabo por agentes de aduanas o intermediarios especializados. Los envíos comerciales están sujetos a requisitos más estrictos, en particular en lo que respecta a la descripción, clasificación y prueba del valor de las mercancías, así como a otros controles.
La declaración de las mercancías al realizar un envío con DHL Express es realizada por DHL como agente de aduanas en los EE. UU. El pago de los aranceles aplicables se realiza de acuerdo con el “Incoterm” (Términos Comerciales Internacionales) acordado entre el remitente y el destinatario. Esto especifica quién es responsable de los costos y riesgos durante el transporte de las mercancías, y quién es responsable del despacho de aduanas”.
El impacto de todos estos cambios para los vendedores europeos y, en particular, para los españoles es complejo:
Y bueno, es complicado saber cómo va a variar el comercio internacional tras una medida de tanto calado, pero puede que las repercusiones no se limiten al mercado estadounidense. En este contexto, los grandes productores de bienes de bajo coste (principalmente de China) ya no tendrán tan fácil entrar en ese mercado. Esto podría llevar a estas empresas a redirigir su enorme volumen de producción hacia otros mercados, como el europeo, donde las regulaciones «de minimis» son más flexibles… por ahora. Recuerda que la UE también está valorando tomar medidas al respecto y eliminar la la exención de derechos de aduana para paquetes de menos de 150 euros
El resultado es imprevisible, pero podríamos ver un aumento significativo de la competencia para los vendedores locales (a los españoles, en nuestro caso). Y eso podría acelerar los acontecimientos: al inundar el mercado con productos aún más baratos que los ya existentes, se podría presionar a los vendedores nacionales a bajar sus precios, afectando sus márgenes de beneficio.
Pero como decíamos los cambios se traducen en un rediseño de la importación:
Es importante remarcar que, como decíamos, los operadores postales europeos como Correos o Deutsche Post aún no han reanudado los envíos comerciales. Lo harán cuando adapten sus sistemas a las nuevas exigencias. Mientras tanto, la única vía operativa es el canal de los couriers comerciales.
Qué debes tener en cuenta si vas a enviar a EE. UU. a partir de septiembre:
Y eso, mucha paciencia 😉
Imagen: Flux Schnell
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