Seré sincera, este artículo ha experimentado variaciones. Y es que, Blue Banana nos ha pillado…
La marca de moda española nativa digital, nos sorprendía ayer al anunciar que, con motivo de su décimo aniversario, dejaría atrás su característica “X” para avanzar hacia una nueva identidad, una nueva etapa. Pero, como suele pasar en el confuso mundo digital, todo, pero todo todito, es una campaña de marketing.
Y no, no una de rebranding, sino una para anunciar que han conseguido el sello B Corp.
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La certificación B Corp reconoce a aquellas compañías que demuestran cumplir con ciertos estándares de sostenibilidad, responsabilidad social y medioambiental. El haber obtenido este sello representa un hito para Blue Banana que pone de manifiesto su compromiso por un futuro más consciente, inclusivo y regenerativo en el sector de la moda.
Nacho Rivera, cofundador y co-CEO de Blue Banana, explica: «Conseguir la certificación y ser una Empresa B Corp significa cerrar un círculo de coherencia entre lo que decimos, lo que hacemos y lo que somos como marca. No nacimos como una empresa sostenible, pero desde el principio tuvimos claro que queríamos serlo. Hemos ido subiendo cada escalón con esfuerzo, y esta certificación es la validación de todos estos años de trabajo. Nos llena de orgullo, pero también nos refuerza el compromiso de seguir construyendo una alternativa al modelo habitual de producción y consumo en la moda actual».
Desde la marca afirman que la sostenibilidad siempre ha estado presente en su visión a largo plazo, siendo 2020 un año clave en este aspecto, ya que en ese momento la marca incorporó algodón orgánico y poliéster reciclado en su producción.
Posteriormente, en 2021, Blue Banana comenzó a medir las emisiones de carbono asociadas a sus productos y embalajes y a compensarlas a través de proyectos avalados por las Naciones Unidas y el Ministerio para la Transición Ecológica. Años más tarde, en 2024, presentó su primera Memoria de Sostenibilidad y el plan Blue Banana Conscious, donde se comprometió, entre otras medidas, a reducir un 5 % anual las emisiones de CO2 por prenda.
Estos hitos, junto a campañas de concienciación y la colaboración con la plataforma BCome, han consolidado a Blue Banana como una marca que une la aventura con el impacto positivo y promueve un modelo de consumo consciente.
Juan Fernández-Estrada, cofundador y co-CEO de Blue Banana, ha afirmado: «Blue Banana lleva casi diez años construyendo una marca con propósito. La certificación B Corp, junto con nuestra Memoria de Sostenibilidad, no solo valida el camino recorrido, sino que marca un nuevo nivel de compromiso en el que la ética y la responsabilidad social impulsan nuestro crecimiento. Fortalece también el vínculo con una comunidad que comparte nuestros valores. Esto no es la meta final, sino un impulso para seguir innovando y promoviendo el cambio dentro de la industria de la moda».
Por su parte, Coral Adrados, Sustainability Manager de Blue Banana, sostiene: «Blue Banana tiene un compromiso con las personas, que son quienes dan sentido a todo este proyecto y hacen que la aventura continúe. Esto incluye a toda nuestra comunidad: proveedores, clientes y cada miembro del equipo. El cuidado —como valor y como estrategia— es fundamental para seguir avanzando. Ser una Empresa B Corp nos impulsa a mejorar de forma continua y nos hace parte de una comunidad global que trabaja por un futuro más justo y sostenible».
El 22 de julio, la marca desveló sus planes de rebranding a través de publicaciones en Instagram, Facebook y LinkedIn. Sumado a esto, Blue Banana cambió su logotipo en la mayoría de sus perfiles sociales e incluso insertó un adelanto de este cambio de identidad en la portada de su página web.
Pero, lo que parecía ser una decisión sorprendente a la par que arriesgada con la que la marca de moda simulaba estar dispuesta a llevar el hype hasta el final, ha resultado ser una campaña de marketing para compartir con su público que ahora son una B Corp.
En su publicación de LinkedIn anunciando su falso rebranding, la marca de moda explicaba que este cambio de símbolo «deja de marcar solo un lugar para empezar a representar algo mucho más grande. La aventura sigue, pero toma una nueva forma. Y muy pronto sabréis por qué».
Sin embargo, una de sus imágenes promocionales revelaba lo que creímos que era información clave. En esta se anunciaba lo siguiente:
«Blue Banana ha dado un paso audaz, poético y bellamente coherente: dejar atrás la icónica “X” (un símbolo de intersecciones, de puntos de partida, de caminos que se cruzan) y abrazar el círculo (una forma de plenitud, comunidad y continuidad).
Durante años, la “X” era una declaración: aquí es donde comienza la aventura. Marcaba el lugar donde se desafiaban los límites, donde existían destinos fuera del mapa, donde se encontraban los espíritus audaces. Pero hoy, esa energía no se desvanece, sino que evoluciona.
Porque cada viaje llega a un punto en el que ya no se trata solo de llegar, sino de pertenecer. El círculo representa un nuevo horizonte, no como una línea distante, sino como un espacio circundante. Habla de tribu, de conexión, de un latido compartido entre quienes ven el mundo de manera diferente. Es un símbolo de la comunidad que construimos por el camino, de los lazos invisibles que nos unen más allá de la geografía.
En la naturaleza, el círculo está en todas partes: en el sol que nos guía, en las huellas que dejamos en la arena, en los anillos del tiempo ocultos en el tronco de un árbol. El círculo contiene armonía, pero también movimiento perpetuo; es un símbolo antiguo y universal que trasciende culturas y siglos. Y, ahora, se convierte en la nueva brújula visual de una marca que continúa evolucionando sin perder su alma».
Por supuesto, todo esto ha resultado ser una inocente mentira con la que generar expectación y atraer todas las miradas antes de realizar el verdadero anuncio.
Nos hemos quedado sin rebranding, pero ¿tú qué opinas? ¿Te gustaba más la nueva apuesta de Blue Banana o la veías demasiado radical? Y es que, pocas marcas consolidadas se atreven a ejecutar rebrandings tan arriesgados (y sino que se lo digan al nuevo logo de Google…), ya que estamos hablando de sustituir el símbolo por el que te conoce todo el mundo por otro totalmente distinto e incluso contrario. Aunque también podrían haberse marcado un Max, ¡ay no! quiero decir HBO Max, y dar marcha atrás.
Blue Banana nació en 2016 de la mano de los madrileños Nacho Rivera y Juan Fernández-Estrada y comenzó a operar como un pequeño eCommerce en Shopify. Desde entonces, la marca de moda ha conquistado a su público y ha crecido a pasos agigantados abrazando la omnicanalidad. En 2024 logró una facturación de 25 millones de euros y actualmente cuenta con 25 tiendas propias y 27 córneres en El Corte Inglés.
Pero su evolución no solo se ha reflejado en su crecimiento y en el cambio de enfoque de su modelo de negocio, también hemos sido testigos de pequeñas, pero simbólicas, modificaciones en su identidad visual. Tal y como nos contaba Javier Gurney, Head of Digital de Blue Banana, el pasado mayo en una entrevista en nuestro podcast, en sus inicios la icónica “X” gigante que identificaba a la marca era un elemento protagonista en sus diseños, algo que posteriormente cambió.
Gurney explicó que desde Blue Banana decidieron diluir el protagonismo de la “X”, diversificando su catálogo hacia una gama más amplia de prendas y estilos. Sin embargo, por el momento, no tienen intención de realizar más cambios y mucho menos de suprimir la “X” por completo y sustituirla por un círculo.
Blue Banana ya ha reestablecido su logotipo real en sus plataformas sociales y ha confirmado que el rebranding que ha durado 24 horas formaba parte de una campaña de comunicación temporal asociada a la consecución del sello B Corp.
Foto: Blue Banana
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